En el lienzo urbano, un nuevo capítulo se escribe con la tinta verde de la naturaleza. Un parque renacido emerge del olvido, ofreciendo a la comunidad un refugio para el alma y el cuerpo. En cada rincón, la naturaleza reclama su lugar, entre juegos de niños y charlas entre vecinos. La pendiente complementa la composición del paisaje formando plataformas, donde cada uno de las áreas del parque entretejen un mosaico de experiencias y aprendizaje.